"No dudemos jamás de la capacidad de un grupo de ciudadanos insistentes y comprometidos para cambiar el mundo.
De hecho, así es como ha ocurrido siempre."
Margaret Mead

sábado, 30 de enero de 2010

Crisis y salidas

Es muy poco lo que se de economía. Aunque los expertos han demostrado que no saben mucho más que yo. Basta repasar las hemerotecas en fechas anteriores a la crisis para repasar las declaraciones de responsables económicos de casi todos los países, el FMI, etc. y compararlas con lo que ha ocurrido solo unos años después. Lo aterrador es que, en la mayoría de los casos, esos mismos responsables que pisaban a fondo el acelerador de la economía rumbo al precipicio siendo los únicos que no lo veían son los que continúan al mando de la nave. El recién reelegido Presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke decía en 2005 “El incremento en el precio de la vivienda, en gran medida es el reflejo de unos fuertes fundamentos económicos”. El anterior, Alan Greenspan en 2004,descartó hablar de burbuja inmobiliaria: “Una grave distorsión nacional de precios”, declaró, era “muy improbable”. Además, salvo aisladas excepciones (Alan Greenspan), ninguno ha reconocido haberse equivocado. Para ellos la actual crisis económica es algo tan fortuito como la caída de un meteorito.

Después de resaltar el hecho de que quienes se supone que más saben de economía no saben tanto como parece, me siento más legitimado para opinar del asunto. Al menos yo sé que no sé y de lo que piense yo no depende el presente y el futuro de tanta gente.

Mi opinión es que estamos al final de un ciclo, pero no de un ciclo más sino del primer gran ciclo de la historia de nuestra civilización. Hasta ahora el modelo de todas las sociedades humanas ha estado basado en el crecimiento, crecimiento en el número de personas y crecimiento en los patrones de consumo, esto último bastante, terriblemente desigual, pero crecimiento en su conjunto. Cada vez somos más y cada vez consumimos más. El sistema está basado en eso, en crecer. En los países ricos no se crece tanto en población, pero si en consumo, todo está basado en que te veas obligado a adquirir cada vez más bienes, que no necesitas (o que son perfectamente prescindibles sin disminuir tu calidad de vida) con un dinero que no tienes y a costa de unas materias primas y una energía que no se regeneran o que no se regeneran a la misma velocidad que se consumen.

Este es el modelo que se ha derrumbado actualmente y lo ha hecho primero por uno de los puntales más débiles, el inmobiliario, después han ido cayendo uno detrás de otro, como un castillo de naipes, el resto, la venta de automóviles (con la excepción de los Rolls Royce que se han vendido muchos más en 2009 lo que demuestra que el palo no se está repartiendo por igual entre todos), el turismo, el consumo en general.

Todo esto implica una reducción del gasto ¿Quién se va a comprar una casa ahora si todo el mundo sabe las viviendas están sobrevaloradas? ¿O un coche si el que tiene funciona? Muchos ciudadanos han salido, siquiera parcialmente de la trampa del consumo por el consumo. De un plumazo muchas personas se han dado cuenta de que pueden prescindir de una gran cantidad de cosas sin que cambie en nada su vida.

El resultado de la reducción del consumo, implica que se reduzca la producción de tantos bienes y por tanto que se reduzca el número de personas necesarias para producirlos. A eso se le llama 4 millones de parados en España y unos 230 millones en todo el mundo.

Al principio de la crisis nos parecía a los más ingenuos que las cosas podrían arreglarse satisfactoriamente, que los dirigentes mundiales estaban dispuestos a dar un giro al sistema. “No dejemos pasar la oportunidad de una buena crisis” decía Hillary Clinton. “Hay que refundar el capitalismo” decía Sarkozy. Zapatero hablaba de poner más controles a los bancos. Solo Obama parece querer dar la batalla. Veremos quién la gana. Unos meses después, nada de nada. Ahora nadie se acuerda de eso. Para resolver el paro solo piensan en el crecimiento, es decir volver al pasado ¡pero si no se puede crecer indefinidamente! No hay nada en la naturaleza que lo haga. Hasta el universo, que se expande, nadie duda de que no puede hacerlo eternamente, a lo sumo se duda si ahora mismo está expandiéndose o contrayéndose.

Mi forma de ver las cosas es muy simple. Ya se que el problema es complejo y que un problema complejo no puede tener una solución simple, pero creo que ahora la solución no puede ser la misma que volver a lo que provocó el problema. No podemos empezar de nuevo a construir casas ya hay más de 1 millón sin vender. Por cierto ¿donde está todo el dinero de la burbuja inmobiliaria? Si muchos, muchísimos ciudadanos están endeudados después de pagar por su vivienda unas cantidades desorbitadas ese dinero lo tendrá alguien. Los bancos no, están sin liquidez y se han visto obligados a aceptar las ayudas del Gobierno. “Un paréntesis en la economía de mercado” que diría Díaz Ferran. Las inmobiliarias están en quiebra y tampoco tienen el dinero. En algún lado estará ese dinero. ¿Nadie, ninguno de los sesudos economistas que nos gobierna se ha preocupado de averiguarlo? No estaría mal que los que se han beneficiado de dicha burbuja cotizasen un poco más para resolver tantas necesidades, o de que se viesen obligados a sacarlo del calcetín.

Tampoco podemos volver a vender coches al ritmo de antes. Todo el mundo tiene uno o dos o tres. Se ha llegado a la aberración de subvencionar su compra ¡en vez de ajustar la producción a la demanda se ajusta la demanda a la producción! ¿Dónde están las sagradas leyes del mercado que tanto gustan a los liberales? La aberración es mayor aún en Madrid en donde se subvenciona la compra de coches, pero no de todos, los más contaminantes más y los menos contaminantes 0,00€. ¡La Comunidad Autónoma más liberal de España! ¡La que más cree en el libre mercado!

No podemos volver a crecer como lo hacíamos antes de que se produjera la crisis, además no deberíamos intentarlo, está claro que el planeta no lo permitiría por mucho tiempo más. Deberíamos continuar decreciendo como últimamente, lo más ordenadamente posible, si no lo hacemos ahora por las buenas lo tendremos que hacer más adelante por las malas, y las malas pueden llegar a ser verdaderamente malas, seguir consumiendo menos, renunciar a nuestras actividades más agresivas con el planeta. Es una buena noticia el cambio de mentalidad de muchos ciudadanos. Cada vez está peor vista la ostentación, la prepotencia económica. Se están poco a poco imponiendo otros valores en nuestra sociedad. Si nuestro actual nivel de consumo se puede mantener con un 20% de paro quiere decir que solo necesitamos un 80% de nuestra capacidad productiva, que con el 80% de nuestra capacidad de producir podemos crear todo lo que necesitamos.

Podríamos continuar como estamos en la actualidad, con una parte de los trabajadores en paro y la otra parte sufriendo prolongadas jornadas laborales (muchos trabajadores se ven obligados a prolongar dicha jornada por encima de las horas establecidas por temor a perder sus puestos de trabajo) pero esto sería muy injusto con los parados actuales. Sería más inteligente y más civilizado trabajar todos un poco menos, ganar un poco menos, pero trabajar todos. Seríamos todos más pobres (un 20%) pero más ricos en otros aspectos. No sé como se puede hacer esto en la práctica, reducciones de jornada, aumentos de vacaciones, adelanto de la edad de jubilación (al contrario de la propuesta del gobierno) no sé, alguna solución tiene que haber. Ya sé que la jornada de 35 horas fracasó en Francia, ignoro cuales fueron las causas, pero seguramente influyera mucho que en este mundo globalizado las soluciones a pequeña escala tienen pocas probabilidades de funcionar. En eso consiste la dificultad, en que tenemos que adoptar soluciones globales en un mundo que no tiene un gobierno global. Tal vez por eso no soy demasiado optimista. Acabaremos entrando en razón por las malas. Lo injusto es que quienes peor lo pasarán serán los que menos culpa tengan y los responsables del desastre probablemente ni se enterarán.

1 comentario:

eulez dijo...

No creo que estemos en un cambio de ciclo ni que esto de la crisis vaya a cambiar nada. De inicio la crisis no es tan grave como nos han hecho creer. La mayoría de los países van a crecer durante 2010. Ha sido un pequeño bamboleo económico de dos años, que se ha inflado desde los medios y desde la política para justificar la "limpieza" de ciertos problemas bancarios.

La gente sigue comprando casas (¿cómo es posible que alguien compre una casa ahora?), sigue comprando coches, y en definitiva sigue comprando... esto ni es crisis ni es nada.