"No dudemos jamás de la capacidad de un grupo de ciudadanos insistentes y comprometidos para cambiar el mundo.
De hecho, así es como ha ocurrido siempre."
Margaret Mead

martes, 28 de mayo de 2013

Mi primer brevet de 400km

El pasado sábado participé en mi primer brevet de 400km. Dicen los entendidos que es la prueba más dura del calendario porque, al contrario del de 600km,  se hace de un tirón, sin parar a dormir. Efectivamente, es muy dura, no se sí más o menos que los 600km porque nunca he participado en ninguno (lo sabré en un par de semanas). Puede que en esta percepción influya el hecho de que esta prueba se suele realizar saliendo por la tarde/noche de un viernes para finalizar un sábado y por tanto tienes garantizado pasar toda la noche pedaleando. No es el caso de la prueba de Salamanca. Se sale a las 6:00 de la mañana en una época del año en que amanece muy pronto y si espabilas no tienes que circular muchas horas de noche. Eso si, esas horas que lo haces son las últimas de una jornada muy larga de ciclismo y eso se nota.

El recorrido transcurre entre España y Portugal. De Salamanca se va hacia el norte hasta Zamora, de ahí hacia el este hasta cruzar la frontera por Miranda do Douro, se continúa hacia el sur por tierras portuguesas para volver a cruzar a España por Vilar Formoso/Fuentes de Oñoro y volver a Salamanca por Ciudad Rodrigo. El recorrido parece llano, la cota máxima no llega a los 900m, se circula casi todo el rato por tierras altas, sobre los 700m, pero es engañoso, es muy accidentado, de hecho tiene más de 4.000m de subidas acumuladas y eso es debido a que se se baja varías veces para cruzar ríos. El primer río que se cruza es el Esla por Ricobayo, luego el Duero tres veces, la última por Barca d'Alva a 140m y por último el Águeda por Ciudad Rodrigo.

El perfil
A la salida nos juntamos alrededor de una veintena de ciclistas. El amarillo es el color predominante. Hacia frío. En las afueras de Salamanca el termómetro del GPS marcaba temperaturas alrededor de 0°C. Eso influía  en que pedaleásemos con ganas, quizás demasiadas para lo que nos esperaba. Enseguida formamos un pequeño grupo de cabeza de seis o siete ciclistas en el que reconocí a dos de los que en el último 300  en que participé en Salamanca fueron delante mío todo el recorrido (además de Fran Vacas y otro ciclista que no se quien era). Entablé con uno de ellos una pequeña conversación. Resulta que tenemos un amigo común, parapentista de Salamanca que vive en Madrid ¡¡lo que son las cosas, como para ir de incógnito!!. La charleta sirvió un poco para que moderase la marcha ya que el tío se embalaba a pesar de que su amigo por detrás le recordaba continuamente que se lo tomase con calma.

Como siempre, voy con el grupo de cabeza hasta la primera meada, que en este caso fue poco más allá de los 30 primeros kilómetros. El resto del recorrido, sólo, sólo. Hasta casi el final. En estas pruebas en las que participa poca gente, se suele formar un grupo que va muy rápido y por detrás otro bastante más despacio. En medio yo.
Cuando llegué al primer control de Zamora, en el kilómetro 62, llevaba una velocidad media de 31km/h. Hay que tener en cuenta que el trazado de este tramo es llano. Se sube un poco antes de llegar a Zamora, casi a 900m, el punto más alto del recorrido y luego se baja hasta el cauce del Duero. 

A la salida de Zamora, primer despiste. Intentando no meterme en la autovía di un par de vueltas hasta que me convencí de que lo que yo interpretaba como autovía en realidad era donde acababa la A-11 y que a partir de ahí, era carretera nacional hasta Portugal. Esos despistes supusieron que el recorrido de 400km, que en realidad era de 401km, se me convirtieran a mi en 411km. Y eso que llevaba GPS y había estudiado previamente el itinerario.



La presa de Ricobayo sobre el Esla
Al llegar a Miranda do Douro había que pasar otro control, o bien en la gasolinera o en el bar dos Bombeiros, pero resultaba que en ninguno de los dos tenían sello. Así que puse a mano en la cartilla el nombre del bar  he hice un garabato yo mismo por no pedirle al antipático camarero que lo atendía que lo hiciera el. Espero que valga.

El siguiente control estaba en Freixo de Espada a Cinta (querrá decir eso lo que parece) a  90km. Se llegaba a ese punto por una carretera, la N-221, que coincidía con una vía rápida, la IC5, prohibida para ciclistas, y por la que los organizadores habían trazado el track de la ruta. Mi GPS, obediente no hacía otra cosa que intentar llevarme a toda costa por esa carretera sugiriendo constantemente giros, cambios de sentido, etc. para llevarme a donde no podía ir. Incluso una vez lo consiguió y cuando me quise dar cuenta está metido de lleno en la dichosa IC5 por la que recorrí unos 15km hasta que encontré la primera salida. Como tenia que estar constantemente discerniendo por donde ir, en un caso me fui por una carretera equivocada y tuve que retroceder un par de kilómetros. A la salida de Mogadouro otra vez me volví a colar, pero esta vez me di la vuelta en medio de la vía y salí por donde había entrado saltando la mediana. Afortunadamente no me vieron los agentes de la autoridad y me libré de un disgusto. El caso es que dicha carretera estaba mejor para ciclistas que la otra convencional. Tenía más arcén, mejor visibilidad, trazado y firme.

Al llegar a Freixo de Espada a Cinta, sufrí una pequeña alucinación, estaba en mitad del recorrido y eran las 13:30, es decir llevaba siete horas y media de brevet, a ritmo de 15 horas lo que suponía que iba como una moto. Claro que esa cuenta no encajaba mucho con la velocidad media que llevaba, pero como ya estaba medio apajarado y no estaba para muchos cálculos mentales me pareció que el dato era incontestable y me puse muy contento. Me caí del guindo en el bar donde sellé. Al poner la hora el teléfono marcaba una hora más. A pesar de la pájara me percate de que el GPS, donde yo veo la hora mientras circuló, tan listo el, se había cambiado a la hora portugesa, una menos, y el teléfono no. Es decir iba a ritmo de 17 horas lo que estaba también muy bien pero no había comido, me quedaba lo peor y no me encontraba precisamente eufórico. Veía que iba a tener que bajar el ritmo.

Cometí un error. Como llevaba comida y no había en Freixo ningún sitio apetecible para comer, decidí continuar hasta Barca d'Alva. Estaba a pocos más de 20km de bajada y allí, junto al río habría algún sitio agradable con sombra.
En Barca comí la ensalada de arroz que llevaba, no me entraba muy bien, hacia calor, estaba en el punto más bajo del recorrido, todas las carreteras que parten de allí subían por unas laderas que se me antojaban interminables sobre todo después de comer y en las horas más calurosas del día, estaba en crisis. Siempre pasa en los brevets, es cuando te preguntas si merece la pena, para qué. Lo malo es que en este caso todavía me quedaban 180km. Decidí tomármelo con calma (en realidad aunque hubiera decidido lo contrario me hubiera dado lo mismo) y subí cansinamente hasta alejarme definitivamente del Duero. No pasaba durante la subida de 10km/h. Los kilómetros se me hicieron interminables, el cuentakilometros parecía bloqueado.

Al fin conseguí llegar a Fuentes de Oñoro. En el bar donde había que sellar estaba nada más pasar la frontera, era grande, deprimente, con las puertas de los lavabos todas llenas de pintadas, las tazas de los inodoros con la pintura desgastada por el uso, una corrida de toros en la tele con el volumen a tope. Fui capaz de tomarme un pincho de tortilla, mediocre, sin cebolla. Cuando iba a partir aparecieron dos de los ciclistas, de Vitoria, del grupo de cabeza que debí adelantar mientras comían en Freixo. Venían tocados también. Les habían dicho que el recorrido era llano. Uno de ellos era un radoneur auténtico que había hecho la PBP en 63 horas (¡¡durmiendo 3 horas!!), pero el otro, el que más se quejaba no. Había venido para acompañar a su amigo y que no hiciera el recorrido solo (eso es un amigo), le habían tenido que prestar las luces y el amigo le llevaba en su transportín el equipaje porque el no tenía. Me contó que habitualmente suele hacer hacer 120km, todo lo mas 170km. Bici y ruedas de carbono, de perfil alto. Le decía al randoneur que el haría los 112km que quedaban a 22km/h (casi 22,5km, cifra mágica) y que le daba lo mismo el tiempo que tardaran, que si quería ir más deprisa que no le pensaba dar ningún relevo. Todo esto con buen rollo y acento vasco. Era la típica pareja que siempre andan a la greña pero se llevan muy bien. Les dejé con sus bocatas y cerveza para continuar mi camino.

Pasado Ciudad Rodrigo empezé a encontrarme mejor. Creo que el ritmo de la primera parte fue excesivo, pero lo que más me debe influir son mis problemas estomacales. Llegué al siguiente y último control cuando empezaba a anochecer, ya recuperado y con hambre, todavía quedaban 50km, pero me parecían asequibles. En el bar me contaron que a uno de los tres que iban delante le había tenido que ir a buscar su mujer con el coche porque estaba agotado, con calambres en las piernas.
Cuando estaba terminando aparecieron los "victorianos" también hambrientos. Decidí esperarlos y cubrir con ellos la última parte. De noche es mucho mejor rodar en grupo, aunque sea de tres. También nos acompañaba una luna llena impresionante. El frío de la noche y el bocata me permitieron recuperar las fuerzas. Yo mismo me quedé sorprendido de mi resurgir, también influían las ganas de llegar. ¡¡Lo que es la cabeza!! Circulamos ese último tramo a una media de unos 30km/h, yo todo el rato delante porque ellos no estaban para relevos a ese ritmo y yo, recién resucitado, me encontraba muy bien.


Brevet 400k Salamanca 2013 from Roberto Fernández on Vimeo.

Llegamos a Salamanca a las 12:35

Distancia: 411,0
Altura ganada: 4.062 m
Calorías: 3.843
Tiempo en movimiento: 15:45:28
Tiempo total: 18:35:09
Velocidad media: 26,0 km/h
Velocidad máxima: 65,9 km/h
Altura ganada: 4.062 m
Altura mínima: 144 m
Altura máxima: 886 m
FC media: 69 % de la máxima 165
FC máx.: 82 % de la máxima 165
Temperatura media: 17,6 °C
Temperatura mínima: 0,0 °C
Temperatura máxima: 32,0 °C

1 comentario:

Edu dijo...

Cada nuevo reto te hace superarte, aunque el calendario está apretado. Vaya ritmo llevas, creo q cada vez te conoces mejor en distancias largas.
Disfruta del esfuerzo q buenas experiencias amigo.
Edu