"No dudemos jamás de la capacidad de un grupo de ciudadanos insistentes y comprometidos para cambiar el mundo.
De hecho, así es como ha ocurrido siempre."
Margaret Mead

sábado, 5 de noviembre de 2011

Parapente 2011


Un aspecto que nunca he tocado en este blog es el de el parapente. Resulta, aunque no lo parezca, que este deporte es junto al ciclismo deportivo, una de mis actividades de ocio principales.
Me ocurre siempre al terminar la temporada de vuelo, cuando llega el mal tiempo (este 2011 menos) que me parece mentira que haya habido días de calor, sin viento, etc. en que se haya podido volar.
Este año he volado bastante, casi como el año anterior. No he tenido ningún día de vuelo clásico de los buenos de Piedrahíta -viento SW flojo con convergencia sobre la Sierra de Ávila- y distancias kilométricas. Ha predominado la componente norte que obligaba a aterrizar como muy lejos en Ávila. Recuerdo especialmente cuatro vuelos:
28 de julio
Yo casi siempre que despego para hacer el vuelo de tarde lo hago con la intención de volar en térmica (lo cual me ha supuesto más una vez estar aterrizado mientras otros pilotos hacen ladera). Muchas veces a esas horas se consiguen en Piedrahíta los mejores techos del día. Me gustan estas térmicas vespertinas, suaves, amplias interminables, envueltas en esa luz tan cálida, con las sombras de los árboles alargándose sobre los campos.
Este día se cumplieron con creces mis propósitos. Despegué a las 21:30h tarde para lo que a mi me gusta, precisamente porque despegando tarde se reducen las posibilidades de volar en térmica. Despego yo solo porque Juanen está cansado y no quiere alargar demasiado la jornada teniendo que volver a subir a por el coche al despegue. Hay unas nubes sobre Piedrahíta, en mitad del valle del Corneja. No me lo pienso mucho, vuelo casi en línea recta, girando alguna cosa que me permite conservar la altura hasta que llego a Pesquera casi al mismo nivel del despegue. Ahí comienzo a girar una térmica que me deja en la loma de El Nevero a 2.500m., ya 200m. ó 300m. por encima de quienes están volando pegados al relieve. De nuevo continúo hacia delante y de nuevo en Pesquera consigo subirme a otra térmica, esta más potente y con menos deriva que me sube a 3.400m. ¡¡a las 8:30 de la tarde y casi en la vertical de Piedrahíta!!. Solo Steve con el biplaza y habiendo salido algo más tarde que yo, consigue unirse a la misma térmica aunque 500 ó 600m. más abajo. Vuelo rodeado de pájaros, milanos, calzadas, algún buitre. Ellos también vuelan por placer, suben dando amplios giros, se dejan caer en picado, vuelven a subir, aletean, se tocan entre si, emiten chillidos, etc.
Una vez arriba avanzo hacia el suroeste a poca velocidad, tengo el viento de cara. Le digo a Juanen por la radio que recoja a Marta y me esperen en El Lavadero para cenar. Doy media vuelta y rumbo al noreste también avanzo despacio. Estaba volando en una maravillosa confluencia entre el viento cálido de componente sur y el más frío del norte.

31 de julio.
Este es el vuelo en el que he aterrizado más lejos este verano casi 70km. No recuerdo demasiadas cosas de él excepto la espectacular remontada que Juanen y Alberto realizaron cerca de Muñogalido. Yo empecé a girar una térmica desde unos 1.800m. y ellos cerca del suelo a poco más de 1.000m. y sin embargo hicimos techo los tres a unos 3.600m. al mismo tiempo. Sobre todo recuerdo a Juanen subiendo como un cohete dando giros muy cerrados. Continuamos juntos hasta Ávila en donde Alberto y yo volvimos a hacer techo en una cosa rota y turbulenta. Juanen no aprovechó esa guarrería y aterrizó un poco más tarde cerca de Brieva. Alberto y yo continuamos juntos atravesando Ávila. Es la transición más turbulenta que recuerdo, volábamos en paralelo a unos 70m. el uno del otro pero la turbulencia era tal que nos acercaba peligrosamente el uno al otro. Le dije a Alberto por la radio que no se acercase tanto (luego me confesó que lo hacía a su pesar y que a el le parecía que era yo quien me echaba contra el).
Después de esto se me quitaron las ganas de seguir volando y metí orejas para aterrizar en Berrocalejo, pero como suele ocurrir en estos casos, una potente térmica que se desprendía de ese pueblo me lo impedía. En cambio Alberto, más animado que yo a seguir, se hundía sin remedio al sur de la N-110. Con orejas seguí volando hasta el siguiente pueblo, Mediana de Voltoya donde aterrizamos los dos.

10 de Agosto
Este fue el mejor vuelo del verano. Como estaba solo, al principio, me arrimé a los ingleses. Detrás de los corrales, subo a 3.400m. Entre Villatoro y La Serrota, a 3.300m. Los aerogeneradores de la Sierra de Ávila están orientados al este, pero el día es tan bueno que se puede avanzar de cara al viento por la calle de nubes. Por primera vez en mi vida aplico lo que dicen los libros de vuelo, solo giro térmicas de más de +2,5m/s y acelerador en todas las trnsiciones. La pena es que la calle de nubes se termina en Muñogalindo (donde subo hasta 3.600m.), hay otra nube perdida a la altura de Padiernos y a partir de ahí los que van delante mio inician el último planeo hacia Ávila. Luego me enteraré que aterrizarían en el cruce de las dos carreteras nacionales a unos 50km. de la Peñanegra.
Llevo recorridos 43km. estoy a 3.000m. y decido probar suerte iniciando la vuelta a Piedrahíta desde cerca de Padiernos. Ahora el viento es de norte con lo que no me ayuda nada y pierdo altura rápidamente. Llego a La Torre a 1.700m. allí encuentro una térmica que me sube sin demasiadas alegrías a 2.500m. Voy derivando cosas sobre la N-110, tengo otro punto bajo en Amavida. En Pradosegar encuentro otra térmica que me coloca en las estribaciones de La Serrota a 2.600m. lo que me permite llegar al valle del Corneja. Aquí el viento es NW y avanzo lentamente. En la cantera una térmica que no deriva demasiado hacia atrás, me coloca a 2.800m. y decido intentar aterrizar en el despegue de Peñanegra.
Pierdo mucha altura atravesando el valle de Villafranca viento en cara y llego a las zetas por debajo de la cresta. Rascando piornos encuentro una térmica en el Cerro Moros que me permite llegar hasta el puerto de Peñanegra donde tengo aparcado el coche. Aterrizo en el despegue después de 4 horas y media de vuelo, cansado y contento recibiendo las felicitaciones de los Pedros de Salamanca que acaban de subir a hacer el vuelo de la tarde.

15 de octubre
Despegamos los tres Pedros (2 de Salamanca + 1 de Pesquera) y yo conscientes de que este será uno de los últimos vuelos de la temporada. Lo hacemos tarde para tener más posibilidades de estar un rato en el aire. La circulación general es sur, pero la brisa del valle nos permite despegar hacia el norte. Al principio cuesta mantenerse, pero poco a poco se van desprendiendo las primeras térmicas del día. Las condiciones del vuelo están bastante movidas y así lo comento por la radio, aguanto gracias a estar en el fin de la temporada y más “curtido”. Por fin conseguimos subir a 2.800m., esto está muy bien para esta época del año. Yo más abierto al valle y los Pedros de Salamanca mas en la sierra. Nos dirigimos en paralelo hacia Villatoro y observo que los que vuelan por la ladera planean mucho peor que yo. Deduzco que estoy en la convergencia y decido continuar por el mismo camino. Me sigue Pedro (Pesquera). Delante de los corrales a 2.000m. comienzo a girar una térmica débil y rota. Pedro pasa debajo mío y comienza a girar a su vez mas al este. Mi térmica se refuerza, subo a +2/+3m/s pero observo en cada giro que Pedro sube más rápido que yo hasta que me supera. Sin dejar de girar me voy acercando a su núcleo y cuando estamos juntos a 3.000m., la térmica se debilita y Pedro se va hacia Villatoro mientras yo permanezco, la térmica se refuerza, doy varios giros a +6,5m/s en unas condiciones totalmente laminares, se ha debido romper la capa de inversión, el cielo es ahora mucho más azul, no se donde acabará esto, estoy a 4.100m. y la térmica aunque más débilmente todavía continua subiendo. Me voy porque estoy completamente helado. En la ladera de los pinos me vuelvo a poner a 3.800m. Cruzo Villatoro hacia el valle de Amblés en donde el viento es norte y está todo muerto. Aterrizo en Muñana junto a la gasolinera donde Pedro (Pesquera) que se había vuelto a Piedrahíta me recoge con su coche. En Casas del Puerto de Villatoro recogemos a los otros Pedros.
Desde el 2006 no había subido a más de 4.000m. Las veces que lo he conseguido (9 y hasta un máximo de 4.467m.) han sido, casi siempre, en los meses de julio y agosto. El 7 de mayo de 2005 subí a 4.063m. (todavía recuerdo el frío) y el 3 de septiembre de 2005 subí a 4.144m. El 6 de octubre de 2002 subí a 2.872m. Y tengo otros dos registros de la primera semana de octubre de 2005 en que llegué a 2.350m. Se ve que el año 2005 debió ser un año seco como este. Todos estos datos dan idea de lo excepcional de este techo en esta época del año.

Es sábado por la tarde, llueve y estoy en Madrid. Todo esto empieza a parecerme algo muy lejano.

4 comentarios:

Jordi dijo...

Buen relato! La térmica de octubre excepcional!!

Jordi dijo...

Buen relato! Y la térmica de octubre excepcional!!

Anónimo dijo...

Hola Roberto, aquí en Salamanca llover es decir poco, esta diluviando.
Buenos vuelos los que comentas, me alegro de haber coincidido en uno de ellos, ahora nos espera una larga temporada hasta que podamos volver a intentarlo, con esta tiempo lo que toca ahora son actividades a ras de suelo... o de agua.
Espero que nos veamos pronto.

Un saludo

Pedro "champi"

Mario dijo...

Hola Roberto,
Soy Mario el hijo de Juan Carlos y de Bego.
Te escribo principalmente para decirte que me encanta tu blog y segundo para que eches un vistazo al blog que tengo junto a unos compañeros. http://www.descatalogadosmtb.es/
Estoy con un proyecto de restauración de una bici antigua que quizá te interese. Y respecto a una pregunta que me hiciste hace mucho sobre si había horquillas sin supensión para bicis actuales he de comentarte que si las hay y no son dificiles de encontrar.
Un saludo.